Trudi Canavan - Magia robada

jueves, 15 de septiembre de 2016


Las palabras 'Trudi Canavan' y 'trilogía' forman el pleonasmo más sangrante que ha vivido la literatura de género fantástico en años recientes. Esta mujer despacha los libros de tres en tres como si fueran panes que uno mete en el horno y a la media hora están listos, llevándome a la conclusión lógica de sospechar si en realidad no estamos leyendo el mismo libro de Canavan año tras año sin ni siquiera darnos cuenta. Hasta las portadas, en las que siempre destaca la aparición de un misterioso individuo encapuchado y con pinta de tener un máster en patear culos, son idénticas a un grado que roza lo absurdo. Dicho esto, me sumerjo en la lectura de Magia robada (primer libro de su nueva trilogía 'La regla del milenio') con la leve esperanza de encontrar un atisbo de ese algo tan megafantástico que miles y miles de personas por todo el mundo ven en la escritora australiana. Pero nada, ya os aviso que mi búsqueda fracasó estrepitosamente allá por la página 50.  

La historia de Magia robada arranca con una mezcla de joven arqueólogo y saqueador de tumbas llamado Tyen encontrando un libro mágico que no es ni más ni menos que el diario de Tom Riddle, solo que aquí entre sus páginas vive encerrado el espíritu de una antigua hechicera más lista que la voz en off de Saber y ganar. El libro, que alberga conocimientos prohibidos de hace siglos y que incluso podrían calificarse como peligrosos, supone un hallazgo tan suculento como amenazante y no tarda en serle arrebatado por los mandamases de la Academia, institución para la que trabaja Tyen y que rige el control sobre la magia en un mundo donde dicha fuerza ha servido para impulsar una auténtica revolución industrial. Por otra parte, intercalada con la historia de Tyen y situada en un plano totalmente diferente, nos encontramos la trama de Rielle, una chica de buena familia que se enamora perdidamente de un famoso artista (que quiere pintarla como a una de sus chicas francesas) y corre toda suerte de reveses folletinescos relacionados con su habilidad para detectar la magia, herramienta absolutamente vedada a las mujeres por los sacerdotes que rinden culto a unas divinidades denominadas Ángeles. 

Tyen notó que se le erizaba el vello. El libro había respondido a la pregunta que él se había formulado en la mente. «¿Me estás diciendo que estas hojas están hechas con partes de tu cuerpo?», inquirió.
  —Sí. La cubierta y las hojas están confeccionadas con mi piel. Para encuadernar se utilizó mi cabello, trenzado y cosido con agujas talladas de mis huesos, y cola obtenida de los tendones.
  Él se estremeció. «¿Y tienes conciencia?».
  —Sí.
  «¿Oyes mis pensamientos?».
  —Sí, pero solo cuando me tocas. Cuando no estoy en contacto con un ser humano vivo, estoy ciega y sorda, atrapada en la oscuridad y sin noción del tiempo. Ni siquiera duermo. Tampoco estoy del todo muerta. Mi vida discurre así, año tras año, desperdiciada.

El problema con estas dos líneas argumentales es que son totalmente inconexas y, lejos de converger hacia el final, se interrumpen la una a la otra de manera constante sin establecer ningún punto de ensamblaje. Lo cual no reviste tampoco mucha importancia, dado que ninguna de las dos subtramas me generaba suficiente interés por sí sola. Y esto es así porque el estilo de Trudi Canavan me parece sumamente irritante: vacío, formulario, repetitivo y descriptivo hasta el hartazgo. Los personajes, más de lo mismo: un par de nombres impresos en el papel que no generan ningún tipo de sentimiento, planos, superficiales, ingenuos, sobrecargados de introspección pero carentes de profundidad, muy lejos de rozar siquiera el significado de la palabra 'carisma' (es que hasta los antagonistas de la novela son completamente ridículos). 

La construcción del universo planteado por Canavan es pobre y poco interesante, a pesar de estar atiborrada de detalles y de que juega bien sus cartas a la hora de reflejar el papel secundario al que las mujeres son relegadas en nuestra sociedad. Sin embargo, algunos autores, entre los que a partir de ahora incluyo a Trudi Canavan, deben de pensar ingenuamente que la mera introducción del elemento mágico sirve para dejarnos con el culo torcido a los lectores, que, claro, nos lo tragamos todo sin rechistar aunque lo hayamos visto ya mil veces, olvidándose por el camino de elaborar una historia enriquecedora y unos conflictos verosímiles que sirvan para hacer crecer a los personajes. Yo me pregunto para qué he leído Magia robada y de verdad que soy incapaz de intuir una respuesta. Que no todo es cultivar el intelecto y deleitarse con las pajas mentales de Foster Wallace, de acuerdo, pero es que esto no sirve ni como mero entretenimiento inane. 640 páginas de una nadería asombrosa, marcadas por un ritmo lentísimo, amén de una clamorosa ausencia de originalidad y provocadoras en mi caso de un tremendo aburrimiento existencial.

Aliviada, había seguido a Izare, un poco cohibida por la compañía del apuesto desconocido. De todos modos, aquellas calles eran tan estrechas que solo podían pasar dos personas a la vez, y Rielle no quería obstruir el paso a alguien que viniera de frente. Sin embargo, cuando llegaron a una vía más ancha Izare aminoró la marcha para avanzar a su lado.
  «Es muy guapo —reflexionó ella—. Y no solo por haberme mostrado una cara amable después de una mala experiencia».

Vamos, que terminar este libro fue tanto una empresa agonizante como un goce que no recuerdo haber experimentado en tiempos recientes. Espero, no obstante, haber sido capaz de plasmar fielmente mi "divertida" experiencia con esta novela, última que voy a leer de Trudi Canavan por los siglos de los milenios. Ahora bien, si, al contrario que yo, sois fieles admiradores de su obra y habéis disfrutado con otros libros suyos, creo que Magia robada no os decepcionará demasiado. Al fin y al cabo, posee más o menos los mismos elementos narrativos que el resto de sus novelas y, teniendo en cuenta que el alcance de sus ideas hace tiempo que tocó techo y que su evolución como escritora es nula, os garantizo un buen puñado de horas sumidos en una ociosa inactividad cerebral, en caso de que sea eso lo que andéis buscando. ¡Que aproveche!  



Título original: Thief's Magic
Traducción: Carlos Abreu Fetter
Año: 2014
Editorial: Fantascy
Páginas: 640
Valoración: ★





7 comentarios :

  1. Me desanimas mucho a leer este libro. Yo leí su primera trilogía y me encantó. Luego me leí La Magia, y me gustó, aunque un poco menos. Leí después la trilogia esta centrada en dioses y no me gusto nada. Tengo sentimientos encontrados,la verdad. Y con Magia Robada no es la primera mala critica que me encuentro.
    Un saludo

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  2. Me parece un libro entretenido
    lo tendré en cuenta
    un beesito

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  3. yo lei el primero del mago y negro y ya me habian avertido que el resto de la saga no era tan buena xD

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  4. Yo creo que me quedo con la trilogía inicial y el de La maga, porque luego la otra trilogía que tiene (los caga de tres en tres xD) de La renegada la tengo muerta de risa en la estantería porque no fui capaz de pasar del primer libro. Así que sí, se ha estancado mucho >.<

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  5. Trama inconexa, narración vacía... Quería probar a esta autora, pero definitivamente no lo haré con este libro.
    Gracias por la reseña <3

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  6. Trama inconexa, narración vacía... Quería probar a esta autora, pero definitivamente no lo haré con este libro.
    Gracias por la reseña <3

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  7. Lo bueno que tuve yo con la lectura de este libro, es que era el primer libro de Canavan que leía, por lo tanto no estoy manido en sus clichés. Pero coincido en todo. No me había dado cuenta hasta que lo has dicho, pero es verdad que en sus portadas siempre sale alguién encapuchado XD A mi me dolió que las dos lineas temporales no se juntarán nunca, yo intentaba establecer relaciones para nada. A mi me pareció entretenido, un pasatiempo, pero sin nada más interesante que ese final y el libro que sabe más que la voz en off de saber y ganar. Un abrazo^^

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